
Allí estaba ella. Esperándolo. Seguramente, nunca había estado tan nerviosa en su vida. Le temblaban las piernas, y no podía encontrar ninguna postura cómoda; ni sentada, ni de pie.
Él no llegaba. Pasaron los minutos y las horas eternamente. Nadie aparecía por allí.
¿Se había olvidado? Eso denotaría poca importancia hacia ella...
Sin embargo, ella en vez de ponerse a llorar como una niña tonta, dio media vuelta, y emprendió su camino. Cuando llegó a la puerta de su casa, se paró, levantó la cabeza y caminó orgullosamente. Estaba orgullosa porque no se había lanzado sin antes saber como era él de verdad. Estaba contenta de no ser igual que las demás chicas.
2 opiniones:
Oh *.* Me encantan tu vestido.
Por cierto, ¿de dónde eres?
Eleeens! me gusta tu Blog! :D
estoy preparando el mío, ya te aviso!
ESPERO QUE ME SIGAS! ñ.ñ
(L)!
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