¿África en Canarias?

"¿África en Canarias? El ser humano de siempre se ha empeñado en separar lo que la madre naturaleza unió en tiempos pasados. Según los científicos y las pruebas que estos aportan, toda la humanidad proviene de una misma especie, el Homo sapiens. El “problema”, por asignarle nombre, es la diferencia que nosotros mismos creamos.

Los canarios procedemos de una raza del norte de África, los antiguamente conocidos como “bereberes”, gracias a los cuales nuestras islas fueron pobladas (dando lugar a los aborígenes). Se desconoce cómo llegaron los primeros habitantes porque no se había desarrollado la navegación, por lo cual tampoco existía una comunicación entre las islas.

Cuando los tiempos cambiaron y llegaron colonizadores, empezándose a crear las primeras diferenciaciones entre los habitantes de las islas; el hecho de ser islas también favorecía esa diferenciación por la falta de comunicación de ida y vuelta, de contactos y al intercambio de culturas, siendo esto culpa del humano, ya que solo utilizaban a los aborígenes como esclavos y no a fomentar su cultura o a convivir como iguales. Lo mismo pasó con los antepasados africanos; la mayoría de las tribus fueron capturadas y vendidas en el tráfico comercial que existía (y que sigue existiendo clandestinamente).

A medida que se avanza en la historia, las circunstancias cambian para los canarios. “Gracias” a los Reyes Católicos, las islas fueron enseñadas y culturizadas sin que pudieran oponerse, no teniendo más remedio que aceptar las nuevas creencias y la nueva religión. Sin embargo y por desgracia, África no sufría la misma suerte. No se veía como una nación (o naciones) en las cuales se pudiera desarrollar la vida de los colonizadores, simplemente para ellos era una porción de tierra con recursos y esclavos; mientras las grandes potencias del momento se enriquecían a costa de África, esta caía cada vez más en la pobreza y se marcaban más las actuales diferencias sociales.

Una de las facilidades que tuvo Canarias es que si terreno estaba dividido, es decir, se podría repartir por islas. África, a su vez, al ser una gran expansión de territorio, los colonos luchaban y distribuían el territorio según querían: “De esta montaña hasta aquel lago, para ti. De la montaña hasta el principio del desierto, para mí “, llegando así a darse la situación de la África política (algo parecido a un puzle).

Cada período de tiempo que pasaba significaba una mayor diferenciación entre ambos lugares antiguamente comunes. Canarias fue incorporada a la fe católica mientras que África contaba mayormente con animistas, también fue fuertemente influenciada por el cristianismo y el islamismo. África contaba con lenguas autóctonas como el suahili, el hausa, y el yoruba, las que fueron sustituidas por lenguas occidentales como el francés o el portugués, el árabe o el inglés.

Canarias ha contado con mayor aporte de culturas y tradiciones ya que era un punto importante para la comunicación entre América y el resto de Europa. Debido a esto, la raza que precede a nuestros antepasados se ha vuelto muy distinta. Sin contar con esta contribución racial, la raza africana se mantiene casi en la totalidad de su territorio (excluyendo el sur de África o países como Marruecos). Esto contribuyó a una nueva diferencia socio-racial: el color de piel. Los africanos tienen, por lo general, el color de la piel más oscura que los canarios, por lo que son tratados como “negros”. Actualmente no está tan mal visto el ser de un color o de otro, pero antiguamente se llegaba a considerar a los propiamente nombrados como “negros “una raza inferior, e incluso monstruosa; gracias a los cuales habían evolucionado estos “críticos”.

Una de las grandes diferencias que existe (la cual es apreciable a simple vista) es la del desarrollo. La mayoría de las islas canarias cuentan con tecnologías avanzadas (tranvías, telescopios millonarios, sistema de luz…) cuando África es el continente menos desarrollado del mundo. El problema, como ya he dado a entender, no es que no puedan por falta de recursos o de ganas, es por el impedimento que le da el resto de la humanidad la cual piensa egoístamente y solo mira por su desarrollo y bienestar dejando a naciones completas a merced del expolio del más fuerte, sea africano o extranjero.

Otra diferencia claramente apreciable es la economía de ambos territorios. África no cuenta con las necesidades básicas (por lo general) que necesita una persona para subsistir: mueran niños a cada minuto y caen enfermas miles de personas por la falta de inversiones en la sanidad o en la prevención de enfermedades como el VIH, malaria o Hepatitis B. A pesar de la cercanía que existe entre África y Canarias, en esta última se dan unas circunstancias mucho más favorables ya que forma parte de una gran nación europea: España, cuya economía ha permitido el descubrimiento de vacunas o formas de contraatacar enfermedades que afectaban a la población. La economía, a su vez, ayuda al desarrollo como propia definición de la palabra: crea nuestras infraestructuras, esto es muy beneficioso para la sociedad ya que permite avanzar y evolucionar. África, sin embargo, no cuenta con la economía necesaria para poder enfrentarse al costo que supone ese proceso evolutivo, con lo que se queda estancada y no se desarrolla, una vez más el problema redice en los humanos gracias a su afán de ser ellos mismos quienes deciden el bienestar de los demás. Todo lo anteriormente dicho son algunas premisas que cualquier persona consideraría necesario, o conveniente, para ayudar a África desde Canarias, para su desarrollo, y sí, puede que tengan en parte razón, pero solo en parte.

Facilitarle productos, dar ayudas económicas, invertir en sus campos y en sus terrenos quedándose los beneficios en el país correspondiente; o fomentar y cooperar con la inmigración para que algunas familias puedan tener un aporte económico mediante alguien que deja todo por querer progresar, ayudar a su gente y desarrollarse son algunas de las apuestas más llevadas a la práctica, las cuales son las que a cualquier persona se le ocurriría. Muchas de ellas se están llevando a cabo y se están realizando con un supuesto gran éxito. Digo esto de “supuesto”, no porque deseche estas opciones ni mucho menos, sino porque creo que nos estamos olvidando de lo primordial, de lo importante. No es tan primario el que tengan sus casas hechas de cierto material más resistente, o que tengan carreteras asfaltadas, para que puedan circular los coches, no. Lo principal es lo que algunos no ponen en práctica: la ayuda ser persona. Todos somos personas, es innegable, pero va referido a un sentido más moral, encaminado a cómo tratar con la sociedad. Una amiga usa mucho una frase, dice que no vivimos en una sociedad sino en una zoociedad. Es una gran exageración, sí, pero no se puede negar que no está falta de razón. Los humanos procedemos del mono como dije al principio, pero esto no implica que nos comportemos como ellos. Más que a la capacidad de hablar o escribir, la capacidad de razonar y la empatía. Todos somos humanos y, más que humanos, somos seres. Debemos apoyarnos mutuamente, creando una realidad distinta de la actual. Puede que suene a Utopía, pero al igual que Marcuse encontró la manera con la que terminar con esa Utopía, mediante unas mínimas normas de convivencia universales que no entiendan ni de religión, de raza o de color de piel, podríamos acabar con ésta, cuando sea más fuerte el amor humano para una igualdad mundial y valorando en primer lugar a las personas, a los seres humanos, y así África, la cuna de la vida, dejará de ser la cuna de la pobreza."

Este es uno de los textos ganadores del concurso de redacción que lleva como objetivo comunicar Canarias con África. El premio es un viaje a Senegal, con todo pagado, para intercambiar diferentes culturas. El autor del texto y de la foto es Adolfo Rodríguez, Fito para los amigos. :)