Cada día me dan más y más ganas de irme. Correr libre, sin cadenas ni prejuicios. Sin árbritros. Solo correr, y que el aire me de en la cara y ondee mi pelo. Que mi piel esté fresca, mis piernas fuertes, mis manos suaves, y mi cabeza, bueno, simplemente que mi cabeza esté para ese entonces.
1 opiniones:
Es algo qué sólo puede dar la muerte... o los sueños.
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